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PALACIO D'AMICO

Construido por el gobernador Carlos D'Amico, este tradicional palacio se convirtió en sede del Arzobispado de La Plata a principios del siglo XX Desde los primeros años de la ciudad, en la esquina de 14 y 53, una imponente construcción ha llamado la atención de vecinos y visitantes. Se trata del originalmente llamado "Palacio D'Amico", actualmente sede del Arzobispado de La Plata. 
Este palacio fue construido pocos años después de la fundación de La Plata, en tierras asignadas a Carlos Alfredo D'Amico, quien fuera ministro del gobernador Dardo Rocha y más tarde sucesor de éste en la gobernación. 
Según el estudio realizado por Jorge Mennucci, publicado en el libro "La Plata Ciudad Milagro" de 1982, el Palacio D'Amico, obra original se enmarcó en el estilo del Renacimiento italiano y su proyecto estuvo a cargo del arquitecto Leopoldo Rocchi, quien también fue responsable de proyectar el Teatro Argentino en nuestra ciudad. 
Si bien el lote fue asignado en agosto de 1882, recién en septiembre de 1884 el ministro D'Amico gestionó el préstamo con el que construyó su residencia en la flamante ciudad. La obra fue finalmente inaugurada en enero de 1887, cuando su propietario ya había asumido sus funciones como gobernador, a pesar de que aún no había sido concluida totalmente su construcción. 
CRITICAS AL GOBERNADOR 
Las dimensiones y el lujo que exponía la casa del entonces gobernador desataron un sinfín de críticas en la ciudad, tanto entre sus vecinos como en la prensa de entonces. El diario La Capital publicó en 1887, con motivo de la inauguración del palacio, el siguiente texto: "D'Amico caracterizó su nuevo residencia con un lujo comparable al de los sátrapas de oriente, el recibo del último miércoles constituyó el acontecimiento social de la semana, sabíase que ese inmenso palacio costaba mucho dinero, pero nadie hubiera imaginado los esplendores que encierra en su interior, así fue que al penetrar por primera vez en los salones, la concurrencia se sintió sobrecogida de admiración y de sorpresa, aquello parecía el trasunto material de las mil y una noches. 
Hay en la casa muebles, bronces, objetos de arte, de incalculable valor. Hay en la casa tapices de alto precio, muebles riquísimos, colgaduras, bronces. Las personas de rango asistentes a la reunión comentada, conocedoras de la vida porteña, aseguran que no hay en Buenos Aires instalación privada que pueda compararse con la de D'Amico, las casas de Alvear, Elortondo, de Irigoyen, del General Campos, Urquiza, Ocampo Sananás, Ausbay y otras de familias pudientes y de destacada situación social, son modestas habitaciones frente a la que acaba de inaugurarse en la nueva capital, el palacete de Santos en Montevideo, famoso por su lujo 'churigueresco' no tiene punto de comparación con este". 
Existen pocos documentos referidos a la majestuosa mansión de D'Amico. Sólo un informe oficial del tasador Francisco T. López que fue requerido años más tarde, en 1896, cuando el apogeo del palacio ya había pasado, echa luz sobre algunos de los atributos que despertaron el asombro de sus visitantes: "El piso principal, o sea el primero, lo forma una amplia entrada o zaguán y un hermoso vestíbulo abovedado, todo lujosamente decorado con pintura al óleo, un gran comedor, techo con yeso con dos grandes cuadros también al óleo así como las pinturas de las paredes que después casi en su totalidad están abiertas por galerías de portadas y aparadores anexos de nogal tallado, igual que el zócalo y el piso de mosaico de fresno y palo de rosa, puertas y ventanas de nogal con celosías de cedro, una gran sala formando martillo con grandes vidrieras con dos balcones a la calle 14, un salón de billar, una estufa en el comedor de mármol negro y nogal, un escritorio, una antesala, dos escritores, tres pasillos, una pieza pequeña, un comedor que da frente a un jardín y una especie de vivero de plantas en forma de terraza, todo cubierto por tres lados y el techo, siendo el otro costado un gran espejo biselado lo que forma una pared". 
Más adelante señala que los pisos son de mármol rosa combinados con los de nogal y los de palo de rosa. "¡Nada es durable, empero, en este mundo!", decía el historiador platense José María Rey en su libro "La nueva capital" al referirse al destino de tanto lujo desplegado por D'Amico. Treinta meses después de su inauguración, con la crisis de 1890 mediante, dos carteles sobre el frente del palacio daban por tierra con aquella opulencia inicial. "Se alquilan departamentos para hombres solos", decía uno sobre calle 14; mientras que sobre calle 53 se podía leer "Frontón Provincial", anunciaba que se había abierto al uso público la cancha de pelota del palacio. 
Finalmente, en 1907, el obispo Juan M. Terrero adquirió en remate público la casa en la suma de 138.00 pesos moneda nacional, para ser sede del Arzobispado. Desde entonces, hace más de un siglo, cumple esa función. ======================== 
Fecha de construcción: 1887
Estilo: Renacimiento italiano
Arquitecto: Leopoldo Rocchi
Destino original: Vivienda particular 
Destino actual: Sede del Arzobispado
Ubicación: Calle 14 esquina 53