Testigo de más de un siglo de historia
A lo largo de ciento tres años, la casa de 14 y
diagonal 73 fue habitada por tan solo tres familias: Centurión, Atencio y
Mammoni
Algunas de las primeras fotos de La Plata muestran ya
su perfil al fondo de un paisaje solitario, casi rural. Edificado en 1907,
cuando la Catedral no tenía siquiera su primera torre, el caserón que ocupa
todavía la esquina de la calle 14 con la diagonal 73 ha visto desfilar desde
sus ventanales más de un siglo de historia platense por la plaza Moreno.
Pese a su larga existencia en él vivieron sin embargo
sólo tres familias. Su primer dueño fue el doctor Centurión, un médico que lo
hizo edificar y lo ocupó junto a los suyos durante los primeros años. Luego lo
compró la familia Atencio; y más tarde, el cirujano Osvaldo Mammoni, quien lo
adquirió con la idea de instalar allí la maternidad del Sanatorio Argentino y
terminó convirtiéndolo en lo que ha sido el hogar de su familia desde hace más
cincuenta años.
"Desde el primer momento en que la ví supe que iba
a ser mi casa", cuenta Eva Masucco, viuda del doctor Mammoni. Pese a
haberse criado a una cuadra de allí, ella reconoce no haberse fijado nunca en
el caserón hasta después de casada, en el año 1962.
"No era fácil advertir su belleza -explica-.
Estaba tapada por dos enormes cipreses y una enamorada del muro sobre el
frente, y tenía además un murallón de dos metros de alto todo a lo largo sobre
la calle 14. Pero el día que la descubrí supe que iba hacer mi casa. Y a la
semana la compramos", cuenta Eva.
"Aunque mi marido la quería para descongestionar
el Sanatorio Argentino trasladando ahí la maternidad, la casa nos gustó tanto
que decidimos quedárnosla para nosotros, ya que además de ser muy linda nos
resultaba muy funcional", explica.
De estilo afrancesado, el caserón posee tres pisos,
cinco baños y quince ambientes. La planta baja, pensaba para instalar allí
consultorios con entrada independiente, funciona como un área de servicios,
dejando la planta intermedia para la vivienda en sí y la superior, para los
dormitorios.
RESTAURADO POR COMPLETO
Si el doctor Mammoni y su mujer tardaron apenas una
semana en adquirir la casa, ponerla en condiciones de ser habitada les tomó en
cambio cerca de un año, y en ese proyecto invirtieron más de lo que habían
pagado por su compra. "No se cómo era la relación con el dólar entonces,
pero me acuerdo que la compramos por 700 millones de pesos, cuando los millones
eran colorados, y gastamos cerca de un millón en arreglos", comenta su
actual propietaria.
"Estaba muy deteriorada, casi para demoler
-asegura-. Las persianas estaban picadas; la carpintería, podrida en gran
parte; los mosaicos venecianos de los pisos se habían levantado; la instalación
eléctrica no servía y los cinco baños no podían usarse. Todo estaba para hacer
de nuevo cuando llegamos".
Aún así, Mammoni y su esposa decidieron respetar las
características originales de la casa dentro de sus posibilidades. "Por afuera
quedó tal cual; de hecho, como decidimos eliminar el paredón que daba a 14,
conseguimos un herrero que copió la reja al detalle e hicimos restaurar las 34
puertas y 45 ventanas que tiene. Adentro tuvimos que hacer algunas
modificaciones para un mayor confort", cuenta Eva Masucco.
Entre esas modificaciones, "se le bajaron los
techos y, por sugerencia del arquitecto Oscar Ruótolo, se le instaló un
ascensor central que funciona a su vez como refuerzo para la estructura de la
casa. Y sobre la terraza del garage, se construyó un auditorio con sala de
proyección, porque Osvaldo daba ahí sus clases y mostraba diapositivas de las
operaciones", relata su viuda.
Salvo eso, al caserón de la calle 14 no se le hicieron
mayores modificaciones. De hecho, todos sus ambientes conservan la
característica de no tener ángulos rectos en la unión de sus paredes; y su
fachada, la imponente presencia con que nació hace más de un siglo.
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Fecha de construcción: 1907
Estilo: Afrancesado
Arquitecto: Desconocido
Destino original: Vivienda familiar
Destino actual: Vivienda familiar